Estamos rodeados de mensajes de alimentación saludable y no saludable. Tenemos la cabeza llena de ideas de aquello que es sano, aquello que no se puede comer, aquello que nos hace enfermar, etc. Los mitos alimentarios son cada vez más protagonistas en la sociedad; mediante la televisión, redes sociales y la boca a boca, se les da voz a estos mensajes erróneos.
Y cada vez es más evidente que no sabemos comprar, no sabemos planificar nuestra alimentación, no estamos muy seguros de si aquello que leemos en el supermercado es bueno o malo. No tenemos mucha idea de que podemos hacer en la cocina para variar nuestros platos… Leemos en redes sociales artículos y seguimos a personas, pero no sabemos diferenciar entre la buena y la mala información.
De esto va el servicio de educación alimentaria. Olvidar los kilos, el peso, las dietas, los milagros y empezar a desarrollar una actitud crítica, empezando por la base de todo. Aprender conceptos de nutrición y alimentación útiles para tu día a día, aprende a comprar, planificar, adquirir algunas ideas para cocinar platos de forma diferentes. Aprende a localizar los puntos que te van a hacer dudar de los mensajes negativos o que intentan convencerte por su propio interés.
Variable según la persona, media de (5 – 10 consultas). Se estudiará cada caso en el primer día de consulta y se darán unas valoraciones más exactas en este aspecto
Se aprenderán conceptos de pérdida de peso, masa muscular, dietas, calorías. Pero en este tipo de servicio no se personalizarán menús orientados específicamente a un objetivo como tal. Aunque sí, unos conceptos orientativos. Tampoco incluye prescripción de actividad física, aunque sí se darán diversos consejos y conceptos generales.
Todos los planes son totalmente personalizados, dependiendo de la persona, edad, peso, altura, composición corporal, gustos, necesidades y por supuesto, objetivos.